La vitamina C como ingrediente versátil en la cosmética natural
La vitamina C ha conquistado un lugar destacado en el mundo de la cosmética, gracias a sus propiedades que la convierten en una de las vitaminas más utilizadas para el cuidado de la piel. Esta vitamina, también conocida como ácido ascórbico, es hidrosoluble y ha demostrado ser efectiva en la estimulación del colágeno, brindando propiedades reafirmantes y anti-envejecimiento. Su acción antioxidante reduce el daño causado por los radicales libres en el ADN, convirtiéndola en un componente esencial en diversas formulaciones cosméticas.
Aunque la presencia de vitamina C en productos cosméticos ha variado a lo largo del tiempo, su importancia persiste tanto como activo principal como en su papel de protector antioxidante en las fórmulas. En este blog post, exploraremos más a fondo esta fascinante vitamina y cómo integrarla de manera efectiva en productos de cosmética natural.
Características de la vitamina C
La vitamina C, presente de forma natural en alimentos como cítricos, fresas, arándanos, verduras de hojas verdes y pimientos, es esencial para el organismo ya que no puede sintetizarse por sí mismo. Su biodisponibilidad y concentración en productos cosméticos varían, y su forma natural, el ácido ascórbico, es especialmente inestable ante la luz y el calor, pero muy eficiente. Sin embargo, las formulaciones cosméticas con enfoque comercial suelen utilizar vitamina C estabilizada para aumentar su vida util.
Existen diversas formas de vitamina C, como liposomas o esterificados (ascorbatos o palmitatos), estas son mas estables a la oxidación que suele tener el acido ascórbico.
La vitamina C y la formación de colágeno
La vitamina C desempeña un papel crucial en la formación del colágeno, actuando como cofactor en varios procesos enzimáticos durante la síntesis, la vitamina C contribuye a la creación de fibras de colágeno. La falta de concentraciones adecuadas de vitamina C puede llevar a problemas estructurales en los tejidos, como la piel, vinculados a la pérdida de colágeno y la flacidez.
Además de su papel en la formación del colágeno, la vitamina C actúa como antioxidante, protegiendo contra los radicales libres de oxígeno causados por la radiación UV. Esta función la convierte en un ingrediente esencial en productos diurnos y protectores solares, contribuyendo a prevenir el envejecimiento prematuro de la piel.
Consideraciones al formular productos con vitamina C
La forma química más comúnmente utilizada de vitamina C en productos cosméticos con enfoque comercial es el palmitato de ascorbilo o el fosfato ascorbil de sodio, siendo este último más eficaz en la penetración cutánea. Estas formas estabilizadas son liposolubles, lo que las hace más duraderas en las formulaciones cosméticas.
Al formular con vitamina C, especialmente en formas ácidas, se deben ajustar las condiciones para mantener la estabilidad del activo. El pH óptimo para la acción del ácido ascórbico en la piel es de 2 a 4., yo sugeriría entre 3 a 4. Las dosis recomendadas varían según la forma química y el objetivo del producto, oscilando entre 0.2% y 10% en formulaciones finales.
Aquí te dejo un serum de Vitamina C que compartí en mi canal de YouTube
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En resumen, la vitamina C es un ingrediente fundamental en la cosmética natural, ofreciendo beneficios que van desde la formación del colágeno hasta la protección contra radicales libres. Su inclusión en formulaciones requiere cuidado y consideración, pero los resultados pueden ser notables, contribuyendo a la salud y vitalidad de la piel. Animate a probarla.
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